Vecinos de La Elipa se declaran «hartos del ruido» generado por la planta de tratamiento de residuos «improvisada»

Vecinos de La Elipa, en Ciudad Lineal, se han declarado «hartos del ruido» generado por la planta de tratamiento de residuos «improvisada» por el Ayuntamiento de la capital y que opera las 24 horas, ha informado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en un comunicado.

La planta se encuentra «a escasos 50 metros de sus ventanas», como han descrito los vecinos de la calle Santa Genoveva y alrededores, quienes reclaman al Ayuntamiento «soluciones», sobre todo ante el temor por «la apertura de un nuevo acceso a esta parcela con el objetivo de duplicar la actividad que enturbia el descanso».

Ponen sobre la mesa que el Ayuntamiento «en ningún momento ha respetado una distancia mínima con zonas residenciales, sin tomar ninguna medida para frenar este malestar y sin efectuar los estudios de viabilidad ambiental y acústicos correspondientes».

A esto se suma que «a 75 metros se encuentra el colegio público Gustavo Adolfo Bécquer, que también padece esta contaminación acústica y ambiental, que se verá incrementada cuando se acerque el buen tiempo y niños y profesores abran las ventanas de sus aulas».

Las instalaciones, ubicadas en la avenida de las Trece Rosas, albergan «un tránsito constante de vehículos municipales que acuden allí a vaciar la carga de peinados que realizan en los barrios de Chamberí, Tetúan, Centro, y algunas zonas de La Castellana. La actividad se desarrolla en horario de mañana, tarde y noche».

La vecindad teme que, al acumularse allí residuos de todo tipo incluidos orgánicos, «cuando llegue el calor del verano la planta se convierta en una fuente de malos olores que atraiga a todo tipo de mosquitos e insectos».

Ante esta problemática, los afectados y afectadas, que cuentan con el apoyo de la Asociación Vecinal La Nueva Elipa, han puesto quejas tanto en el Ayuntamiento, como en la junta del distrito de Ciudad Lineal como ante el Defensor del Pueblo.

El vecindario reclama «respeto a su descanso y a poder vivir en su hogar», por lo que piden al Ayuntamiento «que cese de inmediato la actividad de la planta y traslade sus instalaciones a un punto que no moleste a ningún núcleo residencial».