Este problema de movilidad obliga a un gran número de personas trabajadoras a utilizar el coche particular en los desplazamientos que hacen de ida y vuelta al lugar de trabajo desde sus domicilios
Los transportes públicos utilizados para los desplazamientos son el tren de Cercanías, el autobús urbano e interurbano y el Metro
UGT y CCOO han denunciado este jueves que la Comunidad de Madrid dispone de un «muy deficiente» transporte público para conectar los polígonos industriales de la región, lo que obliga a miles de madrileños a gastar más de una hora de trayecto de ida –y el mismo tiempo de vuelta– para acudir a su puesto de trabajo.
Problema de movilidad
Este problema de movilidad obliga a un gran número de personas trabajadoras a utilizar el coche particular en los desplazamientos que hacen de ida y vuelta al lugar de trabajo desde sus domicilios, «práctica habitual que afecta muy negativamente al medioambiente, a la salud pública y a los niveles de su calidad de vida», ha criticado UGT Madrid en un comunicado.
Teniendo como referencia la Semana Europea de Movilidad sostenible (SEM) del 16 al 22 de septiembre, con el objetivo de sensibilizar a los gobiernos y a la ciudadanía sobre las consecuencias negativas del uso de los vehículos privados y sus costes en términos de salud pública, calidad de vida, repercusiones medioambientales y costes económicos, UGT ha puesto el foco en los empleados de los polígonos industriales.
Los coches son el principal factor de transporte y movilidad básico que permite el desplazamiento de las personas trabajadoras por el tejido industrial de la Comunidad, y más concretamente a los polígonos industriales en los que se concentran generalmente la pequeña y mediana empresa de los que depende su trabajo porque los empleados no ven en el transporte público «una alternativa».
Factores negativos: mala ubicación o aumento de la siniestralidad laboral
Según explican, la mala ubicación en muchos casos hace que sea imposible utilizarlo y tengan que coger el coche, lo que conlleva consecuencias «muy negativas» para los propios usuarios, como el aumento de la contaminación y de las afecciones de salud ligadas a la misma, la incidencia en el cambio climático de las ciudades, especialmente en la capital, «que se configura como una isla de calor permanente».
El sindicato también ha añadido el aumento de la siniestralidad laboral, de manera especial en relación a los accidentes in itinere, la pérdida de horas productivas por la saturación de las carreteras y vías urbanas y, consecuentemente, el aumento de las horas de desplazamiento que origina falta de horas de sueño y necesario descanso, fatiga, estrés.
A este conjunto de factores negativos hay que añadir un incremento del gasto sanitario «y unos costes económicos difíciles de cuantificar pero que, sin duda, son elevados para las empresas y para el conjunto de la sociedad».
Pero UGT remarca que la culpa no la tienen los trabajadores, sino un transporte «tremendamente insuficiente» hacia los polígonos. Así, señalan que el término medio de la duración de los desplazamientos de los trabajadores a los polígonos en transporte público es superior a una hora. Con lo que en los trayectos de ida y vuelta superan ampliamente las dos horas. El intervalo mínimo de este desplazamiento va desde un mínimo de cuarenta minutos a un máximo de 2 horas.
Los transportes públicos utilizados para los desplazamientos son el tren de Cercanías, el autobús urbano e interurbano, el Metro y estos medios se complementan en bastantes ocasiones con trayectos andando. En muchas ocasiones se hace necesario realizar transbordos en un mismo medio de comunicación (bus, metro, tren).
Además, según el sindicato, no existen suficientes redes de comunicación transversales entre núcleos sin pasar por la capital. En muchos lugares, tras finalizar el recorrido en transporte público, el trabajador debe realizar desplazamientos a pie hasta su lugar de trabajo que van desde los 10 a los 30 minutos. No se ha contabilizado los retrasos que puedan producirse por retrasos o averías o cortes de circulación en las carreteras.
«Los estudios científicos apremian a realizar actuaciones radicales para conseguir frenar el cambio climático y medioambiental y sus consecuencias negativas y, en ocasiones, letales para la ciudadanía. No es posible esperar más a las administraciones públicas que tienen la responsabilidad de actuar en el marco de sus respectivas responsabilidades», apuntan.
En particular, UGT hace un llamamiento al Gobierno regional para que «tome la iniciativa» y busque el desarrollo de nuevas medidas y ordenamientos consensuados, asegurando la participación ciudadana a través de sus organizaciones (sindicatos, asociaciones, grupos de interés, comunidad escolar y académica, etc.).
Situación «negativa y dañina»
Consideran que esta situación tan «negativa y dañina» para los trabajadores y el medio ambiente «debe cambiar radicalmente» dando prioridad desde el Gobierno autonómico y de los municipios al transporte colectivo, «realizando un diseño más adecuado de las redes de carreteras, de transporte y de ordenación urbana e interurbana, tomando medidas para revertir las consecuencias negativas para la salud poblacional, todo ello con el objetivo de mejorar la calidad de vida y medioambiental de las personas trabajadoras y la ciudadanía madrileña».
CCOO pide planes de movilidad a empresas, Comunidad y Ayuntamientos
En el mismo sentido, Ángel Juberias, secretario Medio Ambiente y Movilidad CCOO Madrid, ha explicado a Europa Press que llevan años denunciando el problema de movilidad en los polígonos industriales de la región, ya que en muchos de ellos no hay apeaderos de Cercanías ni paradas de autobuses.
Además, según apunta, es habitual que cuenten con aceras estrechas o falta de las mismas, ya que son zonas con una nula o irregular urbanización, lo que genera situaciones de inseguridad para las personas que tienen que andar minutos desde la parada de autobús o tren más cercana.
Esta situación se agrava, según Juberias, cuando determinadas empresas, con decenas o cientos de trabajadores, deciden cambiar la ubicación de su empresa a otro punto mucho más alejado por razones puramente económicas, lo que obliga a sus trabajadores a «buscarse la vida» para llegar. En muchos casos deben comprar o cambiar de coche y alteran su vida familiar y personal al dedicar más tiempo para ir y volver del trabajo.
Según ha explicado, en otras regionales sí se exige a cualquier empresa que cambie su centro de trabajo a informar y dar alternativas de movilidad a sus empleados, e incluso a poner lanzaderas. «Y es que no solo generan un problema de movilidad y logístico a tus empleados, sino a los clientes y los vecinos», ha señalado.
El representante de CCOO pide a la Comunidad que obligue a estas empresas a realizar planes de movilidad, también a los ayuntamientos donde hay polígonos industriales y al Consorcio de Transportes a articular planes que cuenten con los miles de trabajadores que se desplazan todos los días a los polígonos, «pero vemos que no tienen ningún interés en hacerlo». Otras medidas complementarias serían diversificar los servicios legales y administrativos «para que no todo pase por ir al centro de Madrid».
Por último, Juberias insta a las empresas un mayor impulso al teletrabajo, ya que tras la pandemia se ha reducido. De hecho, según sus estudios, trabajar en remoto solo ha implicado un 3,8% de disminución del tráfico, «algo marginal».