EUROPA PRESS – La Comunidad de Madrid ha detectado un total de 1.925 casos de viruela símica o viruela del mono hasta este martes, 43 de ellos en las últimas 24 horas.
Asimismo, las pruebas realizadas sobre la presencia de orthopoxvirus (el conjunto de virus responsable de la viruela) han descartado otros 554 casos, según han indicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Sanidad.
En cuanto a la vacunación, hasta el martes se han administrado en la región 790 dosis (84 en el último día): 174 en postexposición y 616 en preexposición.
Dos personas han muerto por viruela del mono en Córdoba y la Comunidad Valenciana. España ya ha notificado 4.577 casos confirmados de viruela del mono, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) a 2 de agosto, publicados este martes por el Ministerio de Sanidad.
Los casos proceden de 17 comunidades autónomas: Madrid 1.766, Cataluña 1.463, Andalucía 545, Comunidad Valenciana 236, País Vasco 115, Canarias 107, Baleares 89, Aragón 45, Galicia 42, Asturias 41, Castilla y León 33, Castilla-La Mancha 23, Murcia 23, Extremadura 20, Cantabria 15, Navarra 11, y la Rioja 3.
El informe de Sanidad de este martes no incluye la información sobre muertes ni sobre las características de los casos, que se incluirá en la actualización del viernes.
En el resto de Europa, a 2 de agosto, se han notificado un total de 10.594 casos confirmados de viruela del mono, siendo Alemania (2.677), Reino Unido (2.469), Francia (1.955), Países Bajos (925) y Portugal (633) los países más afectados además de España. La mayoría son hombres jóvenes con antecedente de relaciones en contexto sexuales de riesgo.
En el resto del mundo, a 2 de agosto, se han notificado un total de 8.784 casos confirmados en países no endémicos, con Estados Unidos (5.832), Brasil (1.369), Canadá (803), Perú (313) y Israel (146) como los países más afectados.
ADVENTENCIA DEL CONSEJO GENERAL DE ENFERMERÍA
El Consejo General de Enfermería (CGE) ha tachado este martes de «inadmisible» el señalamiento que está recibiendo colectivo LGTBI+ e insiste en que, pese a que esta enfermedad necesita contacto estrecho para contagiarse, no se considera una infección de transmisión sexual.
«La viruela del mono puede contagiarse entre todas las personas y esto es algo que no podemos dejar de repetir», zanja la coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE, Guadalupe Fontán. «El colectivo LGTBI+ fue enormemente estigmatizado y rechazado hace 40 años con la aparición del VIH. No podemos permitir que vuelva a ocurrir algo parecido», añade.
En este sentido, ensalza la función de las enfermeras de educar y formar a la población para que conozcan la información disponible sobre las vías de transmisión y cómo detectar la enfermedad precozmente.
Tal y como revelan los datos, el 98 % de los infectados son hombres, la mayoría del colectivo de hombres que tienen sexo con hombres, y el contagio se produce por contacto físico estrecho con el afectado, con piel que tenga lesiones o fluidos corporales, saliva y gotitas respiratorias. «Aunque no es una infección de transmisión sexual en el sentido tradicional, se puede adquirir por contacto físico cercano», ha incidido.
SÍNTOMAS, TRATAMIENTOS ANTIVIRALES Y VACUNACIÓN
Así las cosas, los síntomas son: la erupción cutánea (que puede ser una úlcera única), dolor perianal, llagas bucales y amigdalitis con dolor. Antes de la erupción, pueden darse fiebre, mialgia, dolor de cabeza, malestar, cansancio y adenopatías.
Desde el CGE se recuerda también que existen tratamientos antivirales y la vacunación. «Las personas con más factores de riesgo o que sean contactos estrechos de contagiados deben contactar con los profesionales sanitarios de referencia para conocer las posibilidades de ponerse la vacuna», subraya Fontán.
Asimismo, recalca que «el contagio se produce desde el inicio del exantema hasta la curación de las lesiones, un periodo que se puede alargar entre dos y cuatro semanas». En definitiva, las enfermeras instan a las administraciones a tener muy presentes las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, tales como la protección de personas vulnerables y la reducción del número de parejas sexuales, y mejorar el diagnóstico, rastreo y seguimiento de casos.