El fin de las vacaciones y la vuelta al trabajo provoca que cerca del 40% de la población sufra el síndrome postvacacional, además la llegada de una probable crisis energética en otoño, crea una «incertidumbre» en los trabajadores por desconocer el futuro de su empleo.
En declaraciones a Europa Press Televisión, la coordinadora regional de prevención de Fremap y corresponsable del grupo de Salud Laboral del Colegio de la Psicología de Madrid, Olga Merino, ha señalado que «es muy difícil» hacer una estimación completa sobre el porcentaje de población que puede padecer el trastorno. «Calculamos que sobre el 30 y 40% de la población lo sufre», ha añadido.
Merino ha explicado que el síndrome postvacacional, en realidad, no es una enfermedad como tal, sino que se considera un trastorno adaptativo. «Se trata de una tipología de trastorno o síndrome, que se compone por una serie de síntomas, como puede ser un malestar generalizado, apatía y astenia. Tiene que ver con la reincorporación al trabajo después de un periodo vacacional largo», ha afirmado la experta.
«Hemos tenido una época de desconexión y disfrute durante las vacaciones, hemos cambiado horarios y rutinas, además de oxigenarnos, pero también es cierto que esa vuelta al trabajo se recomienda que sea progresiva» ha indicado.
Para llevar mejor la vuelta, Merino considera que es importante un regreso «paulatino». «Nos podemos reincorporar unos días antes para ir adelantado horarios de sueño y de comida, esos ritmos pueden ayudarnos a disminuir el impacto que pueda tener sobre la salud. Se recomienda que vayamos asumiendo responsabilidades de forma progresiva para no sobresaturarnos de un inicio y que, poco a poco, podamos ir retornando la carga normal», ha declarado.
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