La escuela de Educación Infantil de Madrid Alaria Nursery Schools apuesta por transmitir a sus alumnos una base en la que el ejercicio físico y el juego en equipo proporcionen a los niños una manera de «apoyarse unos a otros, así como bienestar físico y emocional», a través del proyecto ‘CRuSh’ (Clap-Run-Shine).
Gracias a este proyecto, la escuela de Infantil Alaria, que trabaja la gestión emocional como base de su proyecto educativo y apuesta por que los niños se relacionen sin necesidad de utilizar pantallas, ha ganado el Premio Educación y Libertad de ACADE en la categoría Cultura Deportiva.
La escuela defiende que el tratar de superarse «trabaja la disciplina, la autoexigencia y la autoestima, así como la perseverancia y ser capaces de permitirse a uno mismo fallar para aprender y volver a intentarlo de nuevo».
Así, explica que los deportes de equipo ayudan a «empatizar, a compartir y convivir con respeto, a trabajar en colaboración permanente y poner los intereses comunes por encima de los propios».
Asimismo, fomentan «la competencia sana, enseñan tanto a ofrecer como a pedir ayuda y dan la posibilidad de sociabilizar de manera sana y directa entre iguales, sin que tenga que mediar una pantalla ni ninguna otra ‘muleta’ para que los niños interactúen».
‘CRuSh’ enseña a los niños que el deporte debe ser una manera sana de entretenerse, de compartir un momento de pasión y respeto hacia el contrincante, de dar sentido a la palabra ‘deportividad’, haciendo hincapié a la hora de ser buenos compañeros de juego, competir y saber perder o ganar, así como a la hora de animar al equipo con el respeto adecuado hacia los jugadores y los aficionados del equipo contrario, ya que «sin deportividad, la diversión no es posible».
Desde Alaria explican que hacer ejercicio al aire libre «despeja, relaja y oxigena el cerebro, predisponiéndolo para un descanso más productivo durante el sueño». En este punto, añade que tratar de superarse «trabaja la disciplina, la autoexigencia y la autoestima, así como la perseverancia y ser capaces de permitirse a uno mismo fallar para aprender y volver a intentarlo de nuevo».
OBJETIVOS DEL PROYECTO
Los objetivos de este proyecto son trabajar la psicomotricidad en función de la edad; conseguir retos grupales e individuales de los que participe el grupo; reflexionar sobre la importancia de estar sano y de tomar decisiones en torno a la salud; o interactuar con el entorno, observar y acompañar los cambios de estación con actividades adaptadas al clima para aprovechar lo mejor de cada momento.
Igualmente, ‘CRuSh’ tiene la finalidad de desarrollar habilidades sociales aplicadas a la resolución de conflictos entre iguales, el concepto de equipo y la colaboración ante un objetivo común; aprender a competir respetando al otro y el turno; aprender a opinar respetando las opiniones de los demás; diferenciar los alimentos saludables y reconocer los que perjudican la salud aunque estén muy ricos; y descubrir y practicar diferentes deportes para conocerlos y divertirse jugando y animando.
Por último, esta iniciativa busca reforzar la autoestima superando retos y los propios límites con la ayuda del grupo y el tesón; cuidar el material; y que los niños aprendan a expresar las emociones, canalizarlas e identificarlas.
El equipo docente de Alaria, compuesto por las educadoras, las profesoras nativas y estudiantes en prácticas, son quienes finalmente ponen en marcha y adaptan los objetivos de este proyecto a sus alumnos en cuanto a grupo de edad y el desarrollo de las habilidades adquiridas físicas y madurativas, como punto de partida.
Todo el proyecto está enfocado a realizar actividades lúdicas semanales al aire libre, «una combinación perfecta para los que, por lo que la diversión está asegurada para los niños», según asegura la escuela infantil.
A través de estos ejercicios, los niños han trabajado su musculatura, la precisión en sus movimientos y oculo-manual, el equilibrio, las habilidades motoras o el agarre, además de haber reflexionado sobre la importancia de los hábitos alimenticios y la higiene, a través de rutinas saludables.
Durante el primer año, Alaria destaca que ‘CRuSh’ has impactado «muy positivamente» tanto en los niños como en los adultos, «yendo incluso más allá del propio centro, con actividades intercentros en colegios colaboradores».
En primer lugar, los niños se han visto beneficiados de actividades al aire libre de las que, por encima de todo, «han disfrutado muchísimo, saliéndose de la rutina, del entorno de clase, incluso de la propia escuela, gracias a los jardines y salidas al Retiro y a las instalaciones deportivas de otros colegios que también han participado».
Los padres, según precisa el centro, han quedado «muy contentos» con la planificación de juegos al aire libre, el ‘feedback’ que los niños les han dado y las salidas al Retiro e intercentros, lo que han valorado mucho en el segundo ciclo, dado que les prepara para dar el salto a un colegio más grande en Primaria.